Pienso que el “estilo” o sello de lo que
creamos (escribamos, pintemos, hagamos música), sale solo. Viene como viene o
como puede.
Si una buena amiga me comenta que al
leerme le recuerdo a Ibargüengoitia, supongo que podríamos tener algún parecido
en la forma de ver el mundo (Ibargüengoitia y yo), no a que yo trate de que lo
que escribo se parezca a lo que él escribió.
Aunque lo que leemos, influye en lo que
saldrá por nuestros dedos. Entonces: ¿Qué podría escribir alguien que piensa
que Crepúsculo es literatura?
No podemos ser inmunes a todos los
estímulos a los que estamos expuestos a diario. La búsqueda de originalidad es
difícil, y creo que estúpida. Creo, con base en lo que hay en mí, lo que ya
existe. Si lo creado es algo tan común que no se puede diferenciar frente a
otras mil cosas, qué hacer, quizá no he tenido el contexto adecuado, quizá soy
un mediocre que no podrá jamás crear algo original.
Pero, el arte o la expresión artística
busca la expresión del ser, de la persona. Me proyecto en lo que hago, y la
realización del acto “artístico” es el fin, no el medio. Se escribe para
satisfacerse, no para alcanzar fama y fortuna. Se pinta por el placer de
hacerlo, no para llamarse artista.