jueves, 26 de junio de 2014

1 año


Hace un año me decidí a abrir mi blog. Tras pensarlo algunos días, más bien semanas, y haber investigado un poco al respecto -porque como saben, no formaba parte del mundo virtual-, publiqué una exposición de motivos pequeña, pero que me tomó como 10 días redactar, hasta quedar a gusto. Alguna vez, hace varios años, había pasado por mi mente escribir un blog; nunca me decidí, nunca me atreví, pudieron más mis inseguridades y temores. Lo hice por sugerencia de Tamara, que un día me soltó la sentencia: deberías abrir un blog.

Y bueno, ya pasó un año. Dentro de mi ignorancia virtual, no tenía ninguna idea de cómo algún desconocido se podría encontrar con el blog y decidir leerlo. No aspiraba a ello. Cuando lo abrí, le mandé una notificación a ciertas personas, a las que pensé que tal vez les interesaría leerme; porque me conocen y/o sienten alguna estima por mi persona. No sé cuántas de ellas lo hacen.

Después de un año, son demasiadas satisfacciones, muchas más de las que esperaba. Ya he dicho más de una vez que la mayor es haber encontrado a ciertas personas con las que ahora cultivo una amistad. Que me han halagado, que me han cuestionado, que me han hecho sentir especial. Cada uno de ustedes sabe que forma parte de ese grupo de personas especiales.

La verdad sea dicha, no sabía si al paso de varios meses iba a poder cumplir con lo que me había prometido: publicar semanalmente. No sabía si iba a tener de qu ﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽ tener de qusemanalmente. No sabumplir con lo que me habntir especial. é hablar cada semana, algo importante que decir. Y aunque no todas las entradas tienen la misma calidad ni la misma relevancia, lo he podido hacer y eso me enorgullece. De hecho en la mini lista de temas sobre los cuales hablar, todavía queda por ahí alguno al que no me he podido dedicar.

Muchas gracias a todos los que han hecho de lasletrasdelgilo un espacio vivo, a los que desinteresadamente me obsequian un comentario, a los que están ahí aunque no se dejan ver. A todos ustedes muchas gracias.

lunes, 23 de junio de 2014

Puuuuuuuuuuutooooooooooo


Ya he dicho alguna vez, que en México existe una doble moral escandalosa. Se acaba de prohibir en la capital del país que en los circos se utilicen animales, iniciativa promovida, por un partidito político que se vende al mejor postor, además, propiedad de gente despreciable. Pero mientras, las corridas de toros (el regodeo ante la tortura y muerte de un animal) son llamadas arte, y a todos los que estamos en contra, nadie nos pela.

Ya es de conocimiento mundial, bueno, no sé si tanto, el escándalo por el grito que se le profiere al portero rival de nuestra selección de futbol. Puuuuuuuuuuuuutooooooooo. Se ha dicho de todo. Argumentos rescatables. Estupideces. Lugares comunes que sólo evidencian la ignorancia general del país.

La palabra puto, tiene dos grandes significados: homosexual y cobarde. Cuando ves homosexuales en la calle, puedes decir peyorativamente, que ahí van unos putos. Cuando un amigo tuyo tiene miedo de hacer algo, le dices: no seas puto. Pasa lo mismo con maricón.

Entre la defensa que se ha armado para disimular la ofensa del grito, está la polivalencia del término. Incluso se ha recurrido al diccionario de la RAE. Y se ha dicho hasta el cansancio que el grito no es homofóbico. Pero sí lo es. Todos en este país sabemos que lo es. Nadie le grita al portero rival cobarde, todos le gritan homosexual.

Y que al rato gane México.


martes, 17 de junio de 2014

Autorretratos


Realicé el dibujo de este payaso en 1999, la razón concreta no la sé. Simplemente me dieron ganas de hacerlo. La cosa es que fueron varios los amigos que me preguntaron si se trataba de un autorretrato, cosa que yo negué, porque nunca fue esa mi intención. Ni me había pasado por el pensamiento. Pero sí me dejó pensando en el por qué del comentario de mis amigos. ¿Soy un payaso? Podría decir que sí, porque muchas veces cuando me escuchan decir las tonterías que se me ocurren, quienes están compartiendo conmigo ríen. Me enteré hace poco que es un rasgo de mi temperamento flemático. Pienso que pudo ser por los ojos tristes.


En la Universidad editaba un periódico mural: La Alimaña, en donde además de escribir la editorial y decidir el tema de la quincena, publicaba caricaturas de maestros y compañeros. De entre ellas, también hice caricaturas mías, autorretratos. Quizá mucho menos corrosivas que las que hacía de los demás. Pienso que eso es lo natural.




La imagen de mi perfil es una acuarela del 2003, hecha a partir de la foto del título de la universidad. No creo que haya que abundar demasiado sobre ella. Somos capaces de los actos más soeces, al igual que de los más nobles.



En esta ya estoy con Gil. La foto es de unos 2 o 3 meses después de haberme separado. Porque 4 meses más tarde me rasuré, después de no hacerlo por 8 años. Es un pastel, con gises. Creo que depende del lugar en que lo mires, podemos vernos bien o vernos chuecos. O a veces lo veo bien y a veces lo veo chueco. En todo caso creo que Gil quedó bastante mejor que yo, algo más chueco.


Este, creo que no necesito explicarlo.